La situación ocasionada por el Covid-19 está provocando graves problemas de salud y económicos, y tendrá también una importante repercusión en la próxima declaración de renta.
Debido al estado de alarma, a las limitaciones por aforo, etc., muchos trabajadores se han encontrado y siguen actualmente en situación de ERTE o se han quedado en situación de desempleo, ello implica que en este ejercicio fiscal tienen dos pagadores, la empresa y el SEPE, lo que afecta directamente al impuesto sobre la renta de las personas físicas.
Al tener más de un pagador en el año fiscal, están obligados a presentar declaración de renta todos los contribuyentes cuyos ingresos superen los 14.000,00 €. Si a ello añadimos que las prestaciones percibidas por el SEPE, prácticamente no tienen retención a cuenta del IRPF o está es mínima, cuando se inicie la próxima campaña de renta van a ser muchos los contribuyentes que se vayan a llevar una desagradable sorpresa: tendrán que hacer declaración de renta y es posible que salga a pagar.
Ahora aún se está a tiempo de planificar esta situación, y ello es posible solicitando a las empresas que les incrementen el importe de la retención a cuenta del impuesto sobre la renta de las personas físicas y tratar de minimizar esa situación. También es posible solicitar al SEPE un incremento de retenciones, si bien, en estos momentos es una opción poco viable ante las dificultades para hacer gestiones ante dicho organismo.
Planificación fiscal impuesto sobre la renta ejercicio 2020
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